Desde la Secretaría de Gobierno, varios funcionarios realizan controles de vigilancia para evitar que haya un alto número de transeúntes y vendedores informales en las calles.
San Victorino, una de las principales zonas del comercio en Bogotá, amaneció aglomerada, sin el necesario distanciamiento y enfrentando los riesgos del coronavirus.
Si bien en medio de la implementación del aislamiento selectivo, una de las medidas que contempló tanto el Gobierno nacional como la Alcaldía de Bogotá fue reactivar gran parte de la economía y permitir el retorno de los comerciantes, la preocupación radica en las aglomeraciones de personas que se registraron en el sector en medio de una jornada de ’madrugón’. Las calles no solo estuvieron llenas de transeúntes y clientes, sino de comerciantes informales que se asentaron en las inmediaciones de los edificios del sector.
En imágenes quedó registrado el alto número de vendedores y compradores que desde las cinco y hasta las diez de la mañana se reunieron en esta zona.
Al sector se dirigieron funcionarios de la Secretaría de Gobierno para advertir que si bien el comercio formal e informal puede trabajar, debe hacerlo de manera organizada. “Vendedores y compradores deben poner de su parte para reactivar la economía y proteger la vida“, señaló la entidad.
Así mismo, funcionarios de la entidad adelantan operativos de control y pedagogía en medidas de autocuidado y bioseguridad.