
El sargento segundo Geovanny Cuastumal Aza, descendiente de las comunidades
indígenas del Sol de los Pastos, del resguardo Guachucal, Nariño, define a esta tierra
como el pueblito de sus amores; Él recuerda sus hermosos paisajes con sus tres
volcanes abrazándolo y también durante su feliz infancia, soñaba con ser grande e
imaginaba ser soldado.
Hoy se siente realizado con su carrera militar como sargento
segundo, con 17 años de servicio, en el glorioso Ejército Nacional de Colombia.
Este suboficial, es un orgulloso de la cultura heredada de sus padres, Cristóbal
Cuastumal Malte y María Nelly Aza y hoy les agradece porque fueron precisamente
ellos, quienes le inculcaron el amor por su tierra y lo invitaron a seguir sus sueños;
primero a prestar servicio militar y luego hacer de la carrera de las armas, parte de su
vida.
Hoy desde Puerto Gaitán Meta, en el Batallón Especial Energético y Vial N.° 15,
ha podido aportar a más de 20.000 miembros de las comunidades indígenas que
habitan allí, siendo un ejemplo de capacidad de servicio y entrega militar para los
colombianos.
Por otra parte, el soldado profesional Magdaniel Epiayú de la comunidad indígena
Wayacatira localizada a 24 kilómetros de Manaure en la Guajira, es un soldado que
ama lo que hace; Candelaria Epiayú, y Arturoca Epiayú, sus padres, le enseñaron
que la tierra es sagrada y que servir a los demás es su deber; de ellos proviene su
estirpe indígena y se siente orgulloso de su familia, tiene 15 hermanos, de los cuales
dos, hacen parte de las Fuerzas militares, uno es patrullero de la Policía Nacional y
el otro, acaba de ingresar a prestar su servicio militar en el Ejército.
